Probablemente hayáis oído hablar del desastre de Fukushima, de cómo mucha gente está muriendo a causa de la radiación que contaminó el medio ambiente hace algo así como un año. Por todas aquellas personas que han dado su vida por intentar “limpiar” los restos radiactivos, realmente, guardemos un minuto de silencio. Sí, de verdad que se lo merecen. Personas con coraje en la vida. Personas que anteponen su vida por la seguridad y el bienestar de su país. Para todos aquellos, gracias.
Este post, aunque parezca todo lo contrario, y dicho a lo grande, viene a defender lo contrario. Sí, vale, me explico. Lo que quería decir es que después del desastre sucedido en la costa japonesa, no he oído más que argumentos en contra sobre las centrales nucleares. Y aquí es cuando entro yo a argumentar mi opinión. Es cierto que después de tal tragedia a los residentes de aldeas o pueblos cercanos a la ‘zona cero’ vivan atemorizados por los efectos nefastos de la radiación. Es entendible su postura. Pero en el siglo XXI (y mira quién lo diría), las energías renovables están recayendo. Hay argumentos que apoyan la eliminación de los aerogeneradores de energía eólica. Sólo porque matan aves que se acercan. La pregunta es: ¿y toda la energía que se obtiene de ellos? (Aunque no sea mucha, claro está, pero ES energía). Pero, sin duda alguna, la energía menos conocida en su totalidad por la gran masa de gente, y a su vez la más temida por ella, es la energía nuclear. Antes de empezar a dar argumentos a favor y en contra, decir que este tipo de energía SE DIVIDE EN DOS TIPOS: la fisión nuclear (que es la forma de energía nuclear utilizada hasta ahora) y la fusión nuclear. Veámoslas poco a poco.
La fisión nuclear, básicamente, trata de ‘fisionar’, (o romper, separar) un núcleo de un átomo de Uranio (concretamente el isótopo de uranio U-235, más susceptible de fisión que otros isótopos) con neutrones lentos, con tal de hacerlo ‘desintegrar’ en un núcleo de Kripton, Kr, otro de Bario, Ba, y liberando otros tres neutrones. Pero la cosa no acaba aquí, sino que en este proceso de fisión nuclear se libera una energía tremenda por cada átomo fisionado, exactamente 200 MeV, o megaelectrón-voltios. La reacción, por curiosidad, es la siguiente:
Nota: 1 eV es una unidad de energía equivalente a 1.6x10^(-19) Julios (J). Esto insta a pensar que es una cantidad mínima de energía. Pero la pregunta es la siguiente: ¿Cuántos átomos de Uranio 235 creéis que hay en un mísero pedazo de 1g de Uranio enriquecido? Podéis hacer los cálculos permanentes en cuestión de segundos, y os saldría algo del orden de 10^(+25) átomos, más o menos. Y TODO ESTO EN UN MISERABLE GRAMO DE URANIO. Esta es una clara evidencia de que la fisión nuclear desprende grandes cantidades de energía que pueden servirnos como fuentes de energía muy provechosas.
Ahora vienen las desventajas. Seguro que habréis oído hablar de la famosa reacción en cadena. Pues eso es justamente lo que pasa con la fisión nuclear. Hemos comentado que en una fisión se desprenden dos núcleos diferentes (Ba y Kr) además de 3 neutrones, pero claro, el problema está en que estos 3 neutrones incidirán en otros núcleos de Uranio que haya en el entorno del material, por lo que serán capaces de fisionarlo, y estos nueve neutrones resultantes igual, y así sucesivamente. Una medida para frenar la reacción en cadena es mediante el agua; ésta frenaría la reacción. Sin ir más lejos, lo que habría que imponer en las centrales nucleares son sistemas rigurosos de control para que se eviten desgracias como la de Fukushima.
Todo esto con lo que respecta a la fisión, pero, ¿y la otra cara de la moneda que tanta gente ignora? La otra cara es lo que se llama la fusión nuclear. Sí, fusión, parecido en nombre a la fisión, pero dos procesos totalmente distintos. Mediante la fusión nuclear se ‘fusionan’ (como el propio nombre indica) dos núcleos ligeros (de deuterio) de baja energía de enlace produciendo un núcleo más pesado (helio) para así obtener una energía de ligadura mayor por nucleón, además de liberar un neutrón. La energía desprendida en esta reacción es de 3,2 MeV. La reacción es la siguiente:
Es fácil observar que la energía desprendida en esta reacción es considerablemente menor que la desprendida en el proceso contrario de fisión, pero ahora es cuando entramos en temas de seguridad. En la fusión nuclear, lo de la reacción en cadena no ocurre. Por decirlo de otra manera, es mucho más fácilmente controlable. Tanto que no existiría riesgo alguno para la humanidad. Además, el material para esta reacción es abundante (en el mar hay mucho deuterio). El problema principal de la reacción nuclear de fusión es que hace falta una energía brutal para que ocurra; tan grande que en la Tierra hoy día se ha llegado a hacer unos pocos experimentos. Es un tipo de energía que, a mi modo de ver, en unos 40-50 años empezará a estar disponible para el mundo. Por hacer un símil, como vi en un documental ya hace un tiempo, ‘una botella de agua de energía procedente de la fusión nuclear sería suficiente para abastecer a un ser humano para 100 años’. Saquen sus propias conclusiones sobre si merece la pena o no dedicarse a investigar formas de obtener temperaturas altísimas para obtener energía de tal forma.
Después de la explicación científico-técnica del asunto, mi opinión sobre las energías nucleares es que nunca hay que centrarse solamente en lo que haya podido pasar en un sitio en el mundo por un fallo humano (o en el caso de Fukushima, natural), ya que ello hace que la opinión de la gran masa de gente haga que vías de investigación que puedan salvar el planeta se cierren, y sigamos siendo los responsables del cambio climático y el calentamiento global del que tanto se supone que nos preocupamos.
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