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Wednesday, December 14, 2011

Cosas que pasan

A veces nos pasan cosas extrañas. Y nadie (creo) que se libra de ellas. Hoy por la mañana me ha pasado a mí.

Resulta que con la tecnología pro-estudio que está en pleno auge, han diseñado unos tapones para estudiar que, como suelo decir, te aíslan hasta de la propia realidad. (Son los mismos tapones de toda la vida...). Es ponértelos y notar que estás en otro mundo distinto, un mundo en el que sólo vives tú y tus apuntes.

Autores del 'lío' de esta mañana
 La cosa es que hoy a la mañana llevaba con esos tapones desde las 8 y pico de la mañana para estudiar, y creo que he estado en mi mundo durante un par de horas (como Matrix, vamos) y mi madre se ha debido de ir a hacer la compra. Utilizo esta perífrasis verbal porque no estaba seguro (ya que no estaba en el mundo real). Entonces, a media mañana voy, y anhelando ya el mundo real al que pertenezco, me desenchufo de esa realidad ficticia y empiezo a trabajar en este mundo real. Y es cuando, de repente, oigo que la puerta de la cocina se cierra de un portazo. (He de aclarar que hoy hace un día lluvioso y de viento moderado). Entonces pasa una cosa un tanto heroica. Ha salido de mí ese instinto protector hacia lo mío, ese instinto que nos lleva a 'matar' por lo nuestro, ya que se me ha llegado a pasar por la cabeza que algún indecente pudiera haber entrado casa sin permiso. Yo, que estaba pensando en cómo hubiera reaccionado si esto hubiera sido real, no se me ha ocurrido otra cosa que empezar a gritarle al 'malo', como si fuera real, como si alguien realmente hubiera deambulando por mi casa. Creo que he dicho de todo, de esas cosas como '¡¡¡¡¡C***ón, sal de aquí o te vas a enterar!!¡¡¡¡¡DAJÑSLDJFÑLKAJSFÑLJAÑLJJ!!!!!!', mientras me empezaba a levantar para asaltarle.

Y es entonces cuando mi pobre madre, con una cara de asustada como nunca la había visto, ha entrado a mi habitación, y me pregunta si estoy loco o a ver qué me pasa. Claro, la situación os la imaginaréis: ella con una cara de terror y preocupación por el estado mental de su hijo, y yo con una cara de gilipollas que me pesaba como nunca. Tras el incidente, le he dado 1013 explicaciones sobre porqué lo he hecho, ya que estaba ensayando para posibles futuras encuentros con intrusos.

Lo dicho, hoy me ha tocado a mí, pero cualquier día os encontráis en una situación así y estáis jodidos, tanto como yo lo hubiera estado si realmente hubiera entrado alguien a casa.

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